Esta
segunda entrega, dirigida por Tom Shadyac, definitivamente es inferior
en calidad a la primera, con el espectacular Jim Carrey, quien inesperadamente
comenzaba a tener increíbles poderes.
Esta
vez, Evan Baxter (Steve Carell) es un hombre con una buena posición
económica y próximo a ser un importante congresista. Pero es víctima de una
serie de apariciones de Dios, quien le ordena construir un arca. Esto resulta
un tanto sin sentido, aunque podríamos encontrarle una moraleja interesante. El
arca era para “salvar” a los animales a lo “Noé” ya que se avecinaba una
profunda inundación, cosa que nadie creía y sólo Banex sabía.
Este
hecho desencadena consecuencias que para él congresista no son favorables. Se
lo tilda de loco y al principio su familia no lo entiende ni apoya. La vida de
este hombre da un vuelco rotundo en poco tiempo pero él sigue persistente
construyendo su barca (algo que ni él entiende y sólo repite cual loro).
De
una manera fantasiosa y obviamente con algo de humor, encontramos plasmadas las
ideas de unión y amor familiar, de solidaridad y esfuerzo por el otro, de que
Dios (Morgan Freeman encarnando al mismo personaje que en la primera
parte) en sus distintas manifestaciones, está entre nosotros todo el tiempo y
en todas partes, y que todos tenemos una misión que cumplir en este mundo.
Lo
de salvar a los animales se relaciona en el film con salvar también una represa
y no hacer uso del suelo indiscriminadamente, medida que tomará otro político
importante, la cual no debe llevarse a cabo.
Ideal
para todo tipo de público, para entretenerse un buen rato pero no con demasiada
trama ni argumento. Una película cómica más, que no es mejor que la primera ni
se destaca de las demás.
---
NE ---
No hay comentarios:
Publicar un comentario