domingo, 3 de junio de 2012

Siete años de mala suerte


Mirrors” (“Espejos siniestros”) es extremadamente desesperante e inquietante, con pocas películas me he sentido así de impotente y pasiva.
El juego de luces y sombras, de claros y oscuros, como sólo un ambiente temerosamente plagado de espejos nos puede brindar. Es muy paralizante como Ben Carson (Kiefer Sutherland) recorre los rincones del gran shopping incendiado hace varios años, pero que sigue allí, como quedó en su momento, como si fuera patrimonio de la humanidad.
A este oficial de policía retirado le ha tocado volver a trabajar y cumple largos turnos de noche vigilando el lugar por dentro y por fuera. El dilema empieza cuando se atreve a entrar cada noche allí, imágenes y sonidos tan duros como reales se le presentan ante sus ojos, algo anda mal con ese lugar.
Cuanto más quiere averiguar, mas en peligro está, y menos cerca del entendimiento en los hechos que ocurren. Al principio lo tildan de loco, incoherente y contradictorio, pero luego todo el mundo a su alrededor los apoyará en sus visiones.
Es desgarrador ver cómo la mentalidad del personaje está encerrada y atada de pies y manos, pero esto no es razón suficiente como para dejar de investigar.
La temática de los espejos en cine no es muy común, pero creo que sí es muy efectiva. El director Alexandre Aja al parecer quiso jugar con nuestro alter ego, con nuestro interior, con sentimientos y pensamientos que siempre ocultamos, lo que no se puede mostrar de nosotros mismos, las penurias de cualquier persona que aparenta ser feliz cuando en realidad no lo es tanto. Y fundamentalmente analicemos las deformaciones del rostro que aparecen en varias escenas frente a estos espejos, esto está claramente relacionado con el lado oscuro del alma, porque en toda esencia pura siempre hay algo misterioso y algo que no mostraríamos a los demás. También los espejos serían las veces de un nexo para entrar a otro mundo por parte de una fuerza oscura que muy pocos conocen y dominan bien, una puerta, un modo de “pasar” al otro lado.
Buenos efectos, inmejorable banda sonora, que sumado a la espectacular fotografía, iluminación y puesta en escena tornan a la cinta tan real como intrigante. Hasta llega a marear, porque para nuestra desgracia, el comienzo es un tanto confuso.
Aconsejo que presten mucha atención a cada detalle mínimo, a cada cambio, cada lazo que puedan unir, y presten vital atención a la escena de la bañadera, donde la hermana del personaje sufre una muerte más que impresionante.
Muy buena por donde se la mire, y el final… la frutilla del postre un poco inconclusa, pero esa es quizá la mejor parte de todo.





--- SI ---

No hay comentarios: