En
medio de la Guerra Fría,
período en el que cundía el pánico y el horror de la mano de Hitler, se da
The Good Shepherd (El buen pastor), relatando los hechos que dieron lugar a
la conformación de la
Central Intelligence Agency, más conocida como la CIA.
Entre
las actuaciones que más se destacan es imposible olvidarse de un Matt Damon
reflexivo y patriota, que hace lo que sea para defender a su país. Se supone
que fue él, en la piel de Edward Wilson (salido de la Universidad de Yale),
quien creó la agencia, no sin antes formar parte de otra organización secreta
más amateur, en la que aprende los valores de la discreción y el secretismo. Es
así que desde ese momento ya está preparado para ser miembro de algo más grande
y poderoso, y se convierte en un agente secreto.
Margaret, a
la que todos llaman Clover, es encarnada por una Angelina Jolie que pasa
desapercibida en el film. Esposa de Edward y con un hijo no representa más que
una mujer interesada y consciente de su papel al lado de su marido, el cual no
es muy significativo, ya que sirve de acompañante y amante a la vez.
Robert
de Niro, al mismo tiempo actor y director del largometraje, tampoco es esencial
para la trama, sólo en un par de escenas en las que aconseja de buena gana a un
Edward “pichón de nido”, que en el fondo no lo es tanto, y que incluso sabe
mucho más que él.
Sorpresivamente
distintos personajes nuevos comienzan a florecer sin que el público se diese
cuenta de ello. Esto es lo que quizás dificulta el entendimiento de toda la
película en general y lo que a su manera la hace poco interesante en algunos
aspectos.
Conclusiones
Una
historia que por su duración merece ser disfrutada bien despierto, y efectivamente
es para aquellos realmente interesados en conocer los orígenes de la CIA. Si no se sientes así,
no pierdan el tiempo. Este film no es para entretenerse, sino para reflexionar
sobre los diferentes valores de la vida.
--- NE ---
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