domingo, 20 de mayo de 2012

Honor multiplicado por 300

Este film de Zack Snyder es una adaptación de la novela gráfica de Frank Miller sobre la Batalla de Termópilas. Leónidas (Gerard Butler), nada más y nada menos que el hijo del rey de Esparta, se iba empapando de aprendizajes, dejando de lado miedos y creciendo lejos de su madre.
Años después, se muestra al mismo Leónidas ahora totalmente adulto, sin un gramo de cobardía encima y dispuesto a luchar contra los persas hasta las últimas consecuencias por salvar a su tierra y proteger a su esposa. En su hijo vemos a un ser idéntico al que su padre una vez fue. El trata de inculcarle todo lo que aprendió de su antecesor para que sea como él en actitudes y en el campo de batalla.
Así se va mostrando la violencia que siembra una guerra, la sangre derramada por el honor y la justicia. Un hombre que se animó a todo por sostener sus ideales y defender a su pueblo, y que no le tiene miedo a nada en cuanto a enfrentamientos se refiere. Un hombre de carne y hueso que no existe en nuestros tiempos y con una convicción y firmeza poco comunes.
Una peculiaridad de esta película (la cual me pareció extremadamente original) es el color. Luego de ser filmada con los colores comunes, se la retocó con un tono sepia para dar la idea de que estamos en presencia de algo antiguo pero valioso. Pero su director, además de recurrir a esos tonos amarronados y cobrizos, dejó entrever el rojo intenso de las capas de los espartanos como signo de tiempos difíciles en los cuales correrá mucha sangre y donde ellos serán la mejor carnada para el enemigo. Esta combinación de colores hace que el espectador se quede impactado con lo que ve, como contemplando una fotografía vieja plagada de recuerdos. Porque creo que eso fue lo que intentó mostrarnos el director. Un hecho verdadero convertido en ficción a través de la cinta de film pero que nos hace tomar conciencia acerca de lo que ocurrió en aquella época: los espartanos verdaderamente sufrieron.
Otro color que se hace presente a lo largo del largometraje es el blanco en los atuendos de la reina. Esto nos indica la pureza y la belleza de una mujer que acompaña a su esposo hasta el final y que lo apoya en todo momento haga lo que haga.
Muy bien lograda, con efectos de alta calidad, esta película no puede dejarse de ver por ningún motivo. En realidad en filmes como éste, los hechos reales y las fechas son a veces modificados, pero a pesar de esto, esta cinta además de proporcionarnos cultura y conciencia, no brinda una dosis de entretenimiento y emociones encontradas inexplicables como si realmente estuviéramos en el campo de batalla con los soldados. Se muestra a los personajes y la sangre tan de cerca que no nos deja estar lejos de la temática y la trama.
Verdaderamente increíble, con mucha violencia pero muy real y con un diálogo e historia en tercera persona que le da un toque particular. Muy pocas veces se vio una producción de esta envergadura, así que sepan apreciar los acontecimientos que se muestran y a reflexionar acerca del honor, la valentía, el esfuerzo y las convicciones llevados a la época actual.


--- SI ---

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