domingo, 20 de mayo de 2012

El gran conquistador


Los aspectos más importantes de la vida del más brillante líder conquistador de casi todo el mundo conocido para la época, se van hilando de una manera perfectamente coherente. A tal punto que hacen de este film una producción no solo bélica como muchas otras ordinarias, sino que muestra los primeros 33 años del famoso Alejandro Magno (Colin Farrel) en varias facetas de su vida. Se ven sus problemas psicológicos (que me tomaron por sorpresa), sus tristezas pasajeras, un amor casi oculto y la influencia que tienen en él su padre Filipo (Val Kilmer) y su madre Olimpia (Angelina Jolie).
Farrel encarna a una persona solidaria, amable, con algunos trastornos de personalidad pero a la vez dominante y luchador, que fue admirado y odiado, traicionado, pero que llevo a Macedonia (Babilonia) a la gloria.
Ambientada en el 232 a.C. en un mundo pre- cristiano muy distinto al de hoy en día, se ve a un personaje que nunca fue derrotado y que tiene ideales bien definidos.
En las primeras escenas se ve a Alejandro en su más tierna niñez, pero con un padre alcohólico y una madre neurótica que se identificaba durante toda la película con serpientes. Luego de esto, el clímax toma posición y se centra en un conquistador que se transforma en leyenda viva hasta nuestros días.
No se podía esperar menos de un largometraje del genial Oliver Stone y con un elenco inmejorable, insuperable derribando el mito de que cuando hay muchos actores buenos y conocidos por lo general la película tiende a ser mala.
No hay que olvidarse de Ptolomeo (Anthony Hopkins), relator de la historia de Alejandro, y así el encargado de que sus vivencias queden grabadas en los libros antiguos de historia.
En resumen, en este film no se puede pasar por alto ninguna escena bajo ningún concepto, fue digna de verse en pantalla grande y es bastante retorcida y de larga duración, pero cada minuto esta muy bien utilizado.


--- SI ---

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