El famoso "Hombre de la bolsa"

La trama de “BogeeyMan” gira alrededor de Tim (Barry Watson), un joven atemorizado durante toda su vida por cuentos que le contaba su padre y por presenciar su misteriosa desaparición cuando tenía tan sólo 8 años.

Luego de unos años él, con la ayuda de su novia Jessica (Tory Mussett) y una amiga que no le cree (Emily Deschanel-ahora tan conocida por la serie Bones) intenta develar el misterio y trata de ayudar a una niña que pasó por lo mismo que él.

Se llegan a mezclar muchas sensaciones en el transcurso de la película. Nunca se termina de saber si los hechos realmente ocurrieron o si todo pasaba por la mente del personaje, ya sea por tener una “familia complicada” como define él mismo, o por un trauma psicológico a causa de las aterradoras historias contadas desde muy chico.

Así se combinan constantes flashbacks de Tim con recuerdos de su casa, recortes sobre chicos desaparecidos hace años y buscados hasta la fecha, y sucesivas alusiones a una posible enfermedad con alucinaciones del personaje.

Con efectos casi nulos en cuanto a calidad, muy pocos saltos de butaca y una historia con carencias de todo tipo, Stephen Kay, su director, no logra impactar al espectador ni provocar susto alguno. Sólo causa risa en algunas escenas y un poco de malestar sobre el final porque quedan sin resolverse temas “clave” para el entendimiento en general.

No hay mucho que decir acerca de este largometraje que ni siquiera nos brinda actores conocidos y una historia que no termina mal, sino pésimamente. Sólo es para entretenerse, no es necesario mucho esfuerzo mental para descubrir que el director sólo hace hincapié en un mito tan conocido tanto allá como aquí y que era ni más ni menos una historia para asustar a los chicos, que nunca se convirtió en realidad y nunca lo hará.

No es para disfrutarla en pantalla grande, sólo limítense a verla por TV.

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