
Sorpresivamente,
no contamos con ninguna presencia femenina, como es el caso de Julia Roberts,
sino que hay sólo una pequeña mención respecto a ella que hace quedarse con las
ganas de verla en escena de nuevo.
Este
film siempre se caracterizó por no contar con efectos, sólo hay que sentarse a
ver a cada uno de los personajes en su papel, el proceso de "armado"
del robo, los métodos utilizados (dicho sea de paso muy convenientes y
eficaces), una ideación perfecta que sólo sale de la cabeza de genios.
Esta
vez el robo tiene como motivo una venganza, así que se podría decir que nos es más
de lo mismo, sino que tiene su parte innovada y muy bien aprovechada, y se
pueden ver como imágenes nuevas y viejas se fusionan para dar a luz ésta
historia que, si bien requiere de mucha lucidez, no es una mezcla sin forma de
hechos sin tiempo e inentendibles, sino un nuevo robo bien explícito en sus
propósitos que cierra con la historia ya tan conocida.
Para
los que no están al tanto de las dos primeras partes, no es necesario haberlas
visto, sino que en esta ocasión se nos brinda algo nuevo y distinto a aquellas,
que a la vez resulta muy divertido y fresco para cualquier espectador.
Dos
horas de película resultan inadvertidas ya que el ritmo de la misma se
conserva, no permite altibajos y no aburre en ningún momento.
Quizás
la cinta no merezca premios notables, pero cumple con su cometido de entretener
sin violencia excesiva ni presencia de sexo, sino que aporta humor y nuevas
aventuras.
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