
Esta
entrega sin embargo nos resulta algo desconcertante, un poco fugaz en sus
imágenes, pero muy detallista y acertada. En algunas ocasiones las escenas
pueden provocar humor, pero es esa clase de humor cómplice, irónico y negro a
causa de no poder entender todavía cómo alguien es capaz de idear tan variados
métodos de enseñanza, tan complejas máquinas de matar, en resumen, tan
brillante obra maestra.
Otras
críticas hablan de manera exagerada de que esta entrega es mucho más
sangrienta, morbosa y cruel que las anteriores. Personalmente digo que no me
pareció de esa manera ni en el detalle más mínimo. El ingenio del director
sigue siendo perverso, violento y la presencia de la sangre es una constante en
él, pero eso de que “no hay que ver el film habiendo cenado antes” parecen las
palabras de un chico de 10 años que se asombra con “Chuky”. De todos modos,
coincido mínimamente en que las imágenes son perturbadoras y no las soporta
cualquier cuerpo. Las tres entregas son inmejorables y esta también, pero no
hay que alardear. Sin duda es uno de los mejores thrillers que se ha visto en
la historia del cine pero no merece la calificación de “la más sangrienta”.
Sólo se puede agregar que es al mismo tiempo igual en sus recursos e historia,
pero diferente en la manera de encararla. Se plasmaron otro tipo de detalles y
hasta diría que es la más profunda de todas.
A
deleitarse con las locuras de Jigsaw nuevamente, pero a reflexionar mucho
además. No dejen de lado ninguna de las dos opciones, porque una va de la mano
con al otra. Simplemente excelente!
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SI ---
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